.:. CELEBRACION DE CARNAVAL .:.
Celebracion Carnaval; "10 chicas disfrazadas"
El año pasado y éste varias amigas de Fundarte enviaron fotos de disfraces de ellas o de familiares,. Son todas considerablemente antiguas. Repasándolas, uno puede advertir muchos caracteres de la vida y la cultura argentina durante el siglo pasado. Así que cada foto va seguida de un breve comentario mío. Espero que les guste. /// CELINA HURTADO
Foto 1
Gerda, española 1925
Es una foto preciosa porque a pesar de tener casi un siglo, no ha perdido nitidez. Su actual dueña no recuerda cuándo fue coloreada, indudablemente mucho después, seguramente hacia los años 60 por el tipo de color y trabajo. El mantón segura<mente es auténtico y desde luego el abanico. La idea de disfrazar a los niños con ropas de adultos ha sido una constante de la primera mitad del siglo pasado, aun cuando también hay casos de trajes especiales para ellos. En el caso de las niñas esta idea, según las crónicas, era muy bienvenido, porque a todas les gustaba ponerse la ropa de mamá y peinarse y pintarse como ella. En este caso Gerda lleva un peinado infantil pero claramente inspirado en las melenas de los años 20.
Foto 2
Carnavales de los años 30
Una foto histórica, con su tinte natural, no exactamente negro. Expresa las costumbres carnavalescas de la clase media porteña con recursos económicos. Se trata de una familia o amigos, que están vestidos para participar en un corso o, quizá mejor, un baile de carnaval. Los varones están vestidos con traje oscuro y corbata (es decir, de cierta etiqueta) y las mujeres, hermanas o amigas, tienen un disfraz igual, una fantasía de orientales, y la niña está vestida de bailarina. Los disfraces son de confección detallada. Aun cuando pudieron haberlos hecho ellas mismas (era habitual que las mujeres supieran coser) no parece que lo hicieran todo y tal vez no todas. En otras palabras, que la celebración y la fiesta tenía un costo que estaban dispuestas a asumir, ellas o sus familias si no trabajaban, que es lo más probable.
Foto 3
Carnavales de los 40
Esta es una foto original, con el desvaído propio de los años. La escena es en un bar o cafetería, y dos parejas más otro caballero están tomando algo, seguramente luego de participar en un corso o desfile de disfraces donde llevaron al niño, hijo de la pareja de la derecha. Está disfrazado con un traje de reminiscencias mexicanas, como puede apreciarse, de confección y de tela de buena calidad, no es un disfraz cualquiera. Muchos matrimonios querían que sus hijos se lucieran con un lindo disfraz. Además, la foto muestra un rasgo cultural de la época: aun en ese bar que no es lujoso y en un día de fiesta informal como es carnaval, los hombres están vestidos con traje y corbata. ¡Qué tiempos aquellos!
Foto 4
Piruchita de galleta, 1948
Esta foto es interesante porque ha sido coloreada en aquella época. Observen la diferencia con la primera foto, la técnica del color es más precaria. Es otro caso, como el anterior, en que la niña luce un disfraz de confección. La idea de que es “de gallega” puede hacernos sonreír, pero es la idea que en aquella época se tenía de las gallegas, de acuerdo a imágenes de tipo popular, de vestidos simples, y no los vestidos de bailes gallegos para espectáculo. Obsérvese también que la niña ha sido pintada como una joven adulta, con color en las cejas y los labios, algo que seguramente le gustó mucho.
Foto 5
Betty de cholito, fines de los 40
Una foto muy interesante, también coloreada posteriormente, posiblemente bastante después. El disfraz de cholito es una recreación, lo más notorio es el gorro. Pero lo más interesante es el fondo, que es un telón, una costumbre en las casas de fotografía, pues las fotos se tomaban con pose. Lo más común era una cortina o un panel (como en el caso de Piruchita), pero aquí se trata de una imagen marina, con la bandera argentina de fondo, algo que no es una imagen de la Puna, desde luego, y sí demuestra op bien que su padre era un marino, o que su familia tenía acendrados sentimientos nacionales uy patrióticos, o tal vez las dos cosas. Una imagen que raramente veríamos hoy. Y es una lástima
Foto 6
Graciela de mosquetero, años 50
Esta foto, en su color original, es también un interesante testimonio de las costumbres carnavalescas de la sociedad porteña el siglo pasado. La niña vestida de varón, con un traje que reproduce muy correctamente el atuendo histórico con el debido aire infantil, puede perfectamente parece un varoncito. En esta condición dual y nada conflictiva, como ahora, el disfraz ganó el primer premio de un concurso en el Club de Santos Lugares. Además, a diferencia de ciertos casos en que los niños están muy tiesos o, al contrario, sobreactúan, la pequeña muestra una sonrisa cómplice a la cámara. Se ve la inocente felicidad de asumir un papel ficcional por unos días y disfrutarlo. Algo que hoy todavía muchos niños, desgraciadamente, no logran.
Foto 7
Susana de andaluza, 1961
Esta foto también ha sido coloreada sobre el original blanco y negro, y muestra una niña de unos ocho años, que asume muy bien el papel de dama andaluza, sobre todo en el gesto y la pose de la mano con el abanico. También es un traje de confección muy cuidada, que reproduce detalles del tradicional traje hispano, a tamaño reducido, sobre todo el tocado, que enmarca un peinado acorde, como un rodete. Los disfraces de los niños muestran notable creatividad, que es mérito, desde luego, de sus padres, quienes además se preocupan de dejar una imagen para el recuerdo. Ahora lo disfrutaos todos.
Foto 8
Marisa, como copo de nieve, finales de los 50
Esta foto también es el original en blanco y negro y muestra, como dije en el caso anterior, la creatividad de los padres, casi siempre la mamá, y posiblemente la abuela. En este caso se trata, a diferencia de los anteriores, que son réplicas de trajes reales, de una fantasía. ¿Cómo imaginar un traje de copo de nieve? Por supuesto todo blanco, vaporoso y redondeado. Es difícil saber cómo la niña se veía a sí misma. Su postura reproduce más bien una pose típica de las bailarinas, tomando el borde de la pollera con la mano. Desde luego resulta encantador, así como su sonrisa. Un tierno copo de nieve sin nada de frío.
Foto 9
Pampa, de gaucho, principio de los 70
Ya estamos ante una adolescente, que seguramente eligió su traje con todos los detalles de un gaucho en un día de fiesta, o tal vez para cortejar a una dama. Una expresión muy interesante en una foto en blanco y negro, no de pose, como las otras que estamos viendo, sino que es una instantánea, que también es posible por el avance de la tecnología fotográfica. Tan interesante resulta que puede considerarse un hito en la historia de los disfraces infanto-juveniles. Una adolescente ya sabe de qué se quiere disfrazar, cómo será su traje y cómo representará su personaje. El disfraz fortalece la imagen del personaje y perite su apropiación. Ese éxito se trasunta en la expresión facial de la joven convertida en gaucho.
Foto 10
Silvia, fantasía tropical de los 70
Cerramos este dossier con una foto que ya responde a una tecnología más actual de las cámaras fotográficas y en un escenario natural. Se trata de una fantasía que reproduce algunos elementos de las vestimentas indígenas, junto con otros que son recreación más artística (cine, teatro). En su conjunto, la joven disfrazada y el arco natural buscan mostrar la exuberancia tropical y la felicidad del ser humano en ese entorno. Este disfraz transmite un mensaje que en aquellos tiempos era sólo anticipatorio. Hoy es una realidad: la búsqueda de una vuelta a la naturaleza, el restablecimiento de nuestros contactos con ella. Que así sea. Y que el Carnaval ayude.